2 de julio de 2013

Adios Toblerone ¡Adiós!

Miguel Álvarez 
A mi "amigo" Miguel Frías,

Fotografía de Adela Gómez Caparrós

I
Miro tu grandeza, tan pequeña,
escondida tras los pliegues infinitos
de una piel curtida, de una vida bien vivida.

II
Miro tu grandeza, tan pequeña,
cobijada a la sombra de ese bosque
ya marchito, de recuerdos que plantaste.

III

Miro tu grandeza, tan pequeña,
difuminada en el claro cielo de la tarde
acompasado, al platónico vals de las almas y nuebes.

IV
Miro tu grandeza, tan pequeña,
y pienso y comprendo que no es otra
sino ella, quien tu magnitud otorga a tu nobleza.

13 comentarios :

  1. Respuestas
    1. Para grande nuestra primera obra de la selección poema a 4 manos que saldrá publicado mañana en mi blog

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  2. Un buen poema para algo con tan poco valor...

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    1. El valor lo tiene, en el corazón y entendimiento de algunos, aunque diste del nuestro.

      Gracias por comentar

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  3. Que bien sabes ocultar lo que piensas.
    Cuando te refieres a grandeza tan pequeña, lo grande es el edificio, lo pequeño la belleza.

    Me quedo con el poema, el edificio, cuanto antes lo quiten del medio,mejor.

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  4. Se cargaron las chimeneas de la térmica para poner en su lugar unos monstruosos edificios con los que algunos ganaron mucho dinero. Intentaron, con mucho esfuerzo e INTERÉS, cargarse El Cable Inglés de la escuela de Eiffel. Ahora se van a cargar el Toblerone, otro símbolo de Almería, por la especulación urbanística que nos ha llevado a ésto. No me extrañaría que el día menos pensado alicaten la Cueva de los Letreros y nos quedemos sin nuestro Indalo, para hacer alojamientos rurales. Todo sea por el progreso. Pobre Almería ignorante que no sabe conservar su legado.

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    1. Creo que hay que poner un límite a lo considerado digno de ser guardado y conservado y a lo que puede ser derruido en post del progreso, el problema es, que ese límite dista mucho de entre unas y otras personas.

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  5. Me acabo de dar cuenta de que un 90 % de la gente de la Almería y su provincia no se habían percatado de que existía esta construcción.

    Que muchos pataleamos impulsados por un fuerte "sentimiento", "dolor" por todo aquello que "no se ha hecho" y no por lo que en estos momentos es. Añoramos todas esas actividades culturales que se querían hacer y que quedaron en papel borrador.

    Es más, estoy convencida de que muchísima gente ni lo ha visto jamás en su interior, ni ha recorrido más allá del tramo en su justo lado para cruzar el puente.

    Me cuestiono cuántos tenemos una fotografía de esa construcción antes de enterarnos que lo iban a destruir.

    Mirando los archivos de publicaciones, de fotógrafos reconocidos, de eventos, de películas que se han rodado en Almería y provincia, no puedo recordar, (que no significa que no existan), ni una sola donde el edificio en cuestión ocupe un primer o un segundo lugar. Salvo en la época de Mabel Salinas, como delegada de Cultura.

    Y sigo pensando que es un dolor destruirlo. Se puede ganar mucho dinero en soterramientos, construcciones, etc. sin tocarle. Era sólo cuestión de adecentarlo. Y tanto voluntario como hay, escoba en mano, bote de pintura y buenos contenedores, se podría limpiar y adecentar para darle una vida que no tendría igual ni una sola ciudad del mundo mundial. Hay semejantes, pero no iguales.

    Si tanto quieren "destruir", ¿por qué no se van a la zona del Barrio Alto? Tiren todos y cada uno de los edificios que tienen más de 40 años y hagan un barrio por el que se pueda sentir que uno forma parte de la ciudad. Pero no.. Ese es un barrio de pobres que sólo molesta a los pobres.

    En cuanto al poema no sé qué comentarte.

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    1. Maribel, yo te diré que no tengo ninguna foto de él, ni antes ni de ahora, eso si, lo he visto por dentro y por fuera, me peleado con los enganchados que hay y curro justo al lado y la verdad, me da exáctamente igual que lo tiren, no le veo nada peculiar, es un almacen viejo, que no antiguo, de hierro y piedra que se cae a pedazaos...

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  6. Yo me meto más en la parte de seguridad, me da igual lo que hagan con él, pero mis hijos pasarán en ese patio unas cuantas horas diarias.

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