5 de septiembre de 2011

¡LO SIENTO! El crimen del congelador.






Bueno amig@s, el aburrimiento es muy malo, y Maribel que debe ser una de las personas más aburridas del mundo, no ha tenido mejor idea que la de realizar un relato negro, uno sobre asesinatos, y para terminar de liar la cosa, nos matamos unos a otros, como ya expliqué en el post anterior La sentencia de Ángel. Antes de publicarlo quiero pediros perdón a aquellos valientes que os atreváis a leer, el que puede ser, el peor teatro negro jamás escrito, Gracias y suerte a los valientes que lo intenten.




Escena 1ª.

Acotación escénica: Los personajes, Maribel, Ángel y Miguel, se encuentra en un bar, uno de estos cutres, con verdes paredes y suelos con solera, donde cliente tras cliente a cual de ellos más friki combinan, a la perfección, el gasto de un café con horas y horas de monótonas charlas.

Ángel: ¿Tenéis los poemas y relatos terminados ya? La publicación, será dentro de poco, se que nada podéis hacer frente a mi gran talento, pero bueno, al menos, que sean los siguientes en la lista en calidad y lectores.

Maribel: ¡Joder Angelito! Como te pasas, y si, mis relatos eróticos están ya listos.

Miguel: Mis "merdipoemas" también lo están, tranquilo.

Ángel: Bueno marcho ya que tengo que comprar unas cosillas.

Acotación escénica: Ángel se marcha lentamente sin saludar a nadie de los presentes, mientras, a su espalda, Maribel y Miguel lo mira con desganas.

Maribel: ¡Qué asco de tío! Lleva así toda la vida, desde que lo conozco, es lo más prepotente del mundo, a ver si hay suerte y lo atropellan.

Miguel: ¿Atropellarlo? Que poco poético, hasta él merece otra muerte.

Maribel: ¿Otra muerte? ¿Estás pensando en matarlo realmente?

Miguel:  ¡No!, solo en planear una muerte a su altura, algo meramente literario, ¿Te animas?

Maribel: Por qué no, siempre quise intentar escribir algo de novela negra, no solos estos eróticos relatos que me hace parecer una depravada sexual.

Miguel: ¿Parecer?

Acotación escénica: Risas.

Escena 2ª.

Acotación escénica: A espaldas de Ángel, Maribel y Miguel, deciden quedar a tomar un café, esta vez en un sitio distinto, una cafetería pequeña, de estas de barrio que parecen una caja cerillas, tranquila, silenciosa, donde no van nunca y nadie los conoce, para hablar, con tranquilidad, y sin que Ángel se entere de como va, el relato de su asesinato.

Miguel: La monotonía y la rutina en nuestras vidas, ese, ese es el denominador común, y si queremos deshacernos de él, tendremos que trazar nuestro plan basándonos en esto Maribel.

Maribel: ¿Monotonía, rutina? ¿Lo vamos a matar de aburrimiento? 

Miguel: ¡No! pero esa rutina, nos dará la hora y el lugar y con un poco de suerte, hasta alguien a quien culpar, pues recuerda, que el crimen perfecto es aquel, en el que un inocente es condenado.

Maribel: Comprendo ¿Tienes algo en mente? ¿Has pensado como matarlo?

Miguel: Tengo pensados varios métodos, y hasta ahora, todos descartados, pero tranquila, daré con el correcto, es solo cuestión de tiempo.

Maribel: ¡Tiempo! Es de lo único que carecemos, en tres semanas sale el borrador de "Relatos Almerienses con encanto" y este capullo acaparará, como siempre, todos los elogios y miradas, con esa forma tan goyesca de escribir. ¡No podemos permitirlo, o triunfamos este año o todo habrá sido en vano!. ¿Qué métodos has descartado?

Miguel: 

  1. Cortar el cuello, pero deja demasiada sangre y es difícil no dejar rastro. 
  2. Encerrado sin agua, pero dado su masa tardará en morir unos 6 días y la gente preguntaría.
  3. Encerrado con agua y sin comida, mucho más divertido, puede tardar en morir 40 días, pero la gente aún se preguntaría más donde está.
  4. Quemado, sería maravilloso oír el chasquido de sus huesos al romper, pero el dolor, le haría gritar demasiado y conlleva ciertos problemas y dificultades el llevarlo a un sitio alejado...
  5. Muerte por gas, unos 10 minutos, pero no es doloroso, sería para él como dormir, y tiene que sufrir, como nosotros sufrimos sus letras.
Maribel: Conforme, si se te ocurre algo llámame, si se me ocurre a mi, haré lo mismo. 

Escena 3ª.

Acotación escénica: Pasaron un par de días, en los que noche tras noche, para no cambiar en nada sus hábitos, Miguel no paraba de pensar, el cómo, el cuándo y el dónde, hasta que dio con la solución a todos los problemas. Miguel llamó a Maribel, quedaron en aquel apartado café y le contó la idea para el relato. 

Miguel: Maribel, lo tengo, ya se cuándo, un Sábado, dónde, en una salida a tomar vinos, cómo, congelado, una muerta ideal para él, primero tendría escalofríos y le rechinarán los dientes, su cuerpo entero temblará de forma descomunal mientras sus dedos de manos y pies se congelan, sintiendo, al mismo tiempo, un dolor en la traquea y los pulmones de respirar el aire helado, ira poco a poco viendo disminuir sus fuerzas, el frío quemará su piel, y poco después morirá de para cardíaco, en no más de una hora.

Maribel: ¿Cómo lo congelamos?

Miguel: Tranquila, él se encargará de eso, esa es la mejor parte, calla y escucha.

Acotación escénica: Miguel coge su teléfono y llama a Ángel.

Miguel: ¿Grande Maestro, de la grande casa suya?

Ángel: El mismo dígamelo

Miguel: Oye mira, que he pensado podríamos ir este fin de semana a algún pueblo de estos que os gustan a Maribel y a ti, pasar allí el "finde" comer, beber, jugar unas rápidas y preparar el por equipos y mientras pues Maribel que escriba algo nuevo, que aún vive de lo que escribió hace 10 años, ¿Cómo lo ves?

Ángel: Joder, parece mentira que hayas tenido una idea buena tu solo.

Miguel: Bueno, pues encárgate de buscar la casa rural y sobre todo que tenga un congelador, uno de esos grandes como los de los bares, para meter toda la comida y sobre todo, el vino y la cerveza, ¿ok?

Ángel: Perfecto, pues en cuanto lo busque te aviso. Oye, del congelador que se encargue Maribel, que ella conoce de la asesoría a un tío que se dedica a eso y fijo que se lo deja más barato, sin factura ni IVA.

Miguel: Vale, yo llamo a Maribel y se lo digo. Nos vemos el Sábado pues.

Acotación escénica: Miguel cuelga el teléfono y sonríe, pone cara de estar pasándole algo por la mente.

Maribel: ¿No era un relato sorpresa? ¿Para que lo has llamado?

Miguel: Tranquila, debemos estar seguros de la fiabilidad del asesinato, por ello he pensado en recrear la situación, sin llegar a matarlo claro está, para ver, si realmente, la idea puede ser llevada a cabo, de esta forma, al escribirlo ganaremos en realismo, y en consecuencia, la obra será aún mejor.

Maribel: ¡Ah! Vale, comprendo para si el le diría algo a alguien de dónde se va o con quién, ¿No? 

Miguel: ¡Exacto!, todo se basa en que Ángel no diga nada a nadie, eso hay que comprobar, ¿En los años que lo conoces lo has visto dar explicaciones? El que sea tan reservado, será nuestra mejor coartada.

Maribel: ¿Como hacemos lo del congelador gigante? Yo no lo puedo pedir, quedaría entonces como que lo he matado yo y no tendría sentido la obra.

Miguel: Tranquila yo llevaré uno de mi cortijo, de esos que tengo por allí. Bueno, te dejo, voy a terminar los preparativos y a esperar la llamada de Ángel, nos vemos el Sábado y recuerda, no digas nada, debe ser todo un secreto hasta la fecha de publicación del relato, Ángel se va a quedar muerto.

Maribel: Bueno un beso, en eso quedamos.

Escena 4ª.

Acotación escénica: Miguel está en su casa, cómodamente tirado en el sofá cuando el teléfono suena, Ángel lo llama.

Miguel: Dime Ángel

Ángel: Oye, ya tengo el cortijo rural, es en Terque. ¿Cómo va lo del congelador gigante? ¿Has comprado ya la bebida?

Miguel: Lo del congelador va bien, ya está solucionado y lo de la bebida también, compre vino, agua y cerveza, para comer, queso, mojama, almendras, patés y unos ibéricos de los buenos y unas aceitunicas rellenas.

Ángel: Yo he pagado ya la casa rural, así que el sábado ajustamos cuentas y vemos a cómo salimos cada uno.

Miguel: Perfecto, oye voy a llamar a Maribel, recuerda a las 6 de la mañana en el cañillo, para llegar temprano y preparar todo, hasta mañana.

Ángel: Venga mañana nos vemos.

Acotación escénica: Miguel cuelga el teléfono, suelta una gran carcajada y llama a Maribel.

Maribel: Dime

Miguel: Recién hablé con Ángel, ya está todo listo, el Sábado hemos quedado a las 6 de la mañana en el cañillo del Paseo, no te retrases. 

Maribel: Si esto sale bien, el relato va a ser el mejor jamas presentado a este certamen, vaya mente retorcida que tienes.

Miguel: ¿Como que si sale? ¡Claro que saldrá! Bueno nos vemos el Sábado, ciao.

Maribel: Adiós, hasta el Sábado y recuerda no decir nada a nadie de dónde estás ni dónde vas.

Miguel: Tranquila y lo mismo te digo.

Acotación escénica: Miguel cuelga el teléfono y con actitud pensativa, se reclina sobre el sofá, minutos después va a su alacena y coge un par de pastillas.

Escena 5ª.

Acotación escénica:  Los tres personajes se encuentran a las 6 de la mañana en el caño del Paseo, Miguel al volante de una furgoneta blanca, se suben todos y emprenden viaje rumbo a la casa de Terque.


Miguel: Vamos, chicos todos para arriba.

Maribel y Ángel: Ya vamos.

Acotación escénica: Miguel y Ángel en la parte delantera sentados, Maribel atrás, sentada tras Ángel, de fondo, en la radio, cuando calienta el sol, ese gran tema musical.

Ángel: Oye aquí tengo la factura de la casa, que por cierto, teneos que pararnos justo antes de la entrada al pueblo, para recoger la llave, en un bar, es del dueño de la casa rural.

Miguel: Vale, ahora nos indicas y nos pasamos, yo tengo la de la comida y el congelador a salido gratis, yo tenía uno viejo en el cortijo, abandonado allí, lo limpié y ese es el que usaremos.

Ángel: ¿Qué ha hecho Maribel?

Miguel: Nada, como siempre.

Acotación Escénica: Todos se ríen

Maribel: Jolines como sois, yo he mandado, que se hacerlo como mucha clases y distinción.

Acotación escénica: Todos vuelven a reírse.


Escena 6ª.

Acotación escénica: Entre las amenas charlas y las risas, hemos llegado al bar, el típico bar de pueblo, con una gran explanada, antes de entrar, donde aparcar, sin nadie dentro, que no se sabe de que se mantiene, todo blanco, con olor a rancio y esas lindas moscas cojoneras en la puerta, esperando ansiosas para saludarte y no despegarse de ti.
Ángel, sale de la furgoneta, factura en mano, a por las llaves de la casa.

Ángel: Buenas soy Ángel Simón que hablé con usted hace unos días sobre la casa rural de la montaña, que le hice un ingreso, aquí tiene el justificante, y venía como acordamos a recoger la llave.

Posadero: ¡ Un placer! "Pue na, aquí sus tienes las llaves, está todo jaapeao, fue mi mujer a limpiarlo todo ayer, cuando sus vayáis me dejas la llave en la maceta que ya pazaré yo a por ella".

Ángel: Perfecto, en ello quedamos, un saludo y gracias.

Acotación escénica: Ángel se da media vuelta y se dirige a la puerta.

Posadero: ¡Tú! "Ven aca pa ca toma una botellica de vino del güeno de aquí der pueblo, es de las uvas de mi cortijo".

Ángel: Muchísimas gracias, todo un detalle, nuevamente gracias y adiós.

Acotación escénica: Ángel vuelve a salir, con cara sonriente y mostrando orgulloso, la botella de vino se monta en la furgoneta.

Escena 7ª.

Ángel: ¡Listo! Ya tenemos las llaves, así que rumbo a la casa.

Maribel y Miguel: ¿Y esa botella?

Ángel: Un regalo del posadero, nada más ver mi nombré me conoció, un señor muy culto, había leído mi obra.

Acotación escénica: Miguel y Maribel se miran, cómplices con cara de sorpresa e indignación.
Continúan su camino y llegan a la casa rural, una casa, con encanto, de planta baja, toda blanca de la cal, con un porche con arcos lleno de platos, de esos de cerámica, colgados por la pared, en su interior, un gran salón con una antigua chimena y un sofá roñoso, al fondo tres dormitorios y la cocina, separada por una barra de madera del salón, el aseo, al fondo a la izquierda, como siempre. Los tres descargan sus maletas con la ropa, colocan, enchufan el congelador y se marchan a dar un paseo, haciendo tiempo para la hora de comer.

Escena 8ª.

Acotación escénica: Mientras regresan del paseo, planean que hacer de comer, una vez en el porche de la casa, se ponen manos a la obra.

Ángel: Voy al aseo, a lavarme las manos para empezar con los preparativos.

Miguel: Perfecto, ahora vamos nosotros.

Maribel: Eso y nada de cagar, sino déjanos lavarnos primero.

Ángel: ¡Yo no cago! Si acaso defeco.

Acotación escénica: Todos lanzan una carcajada. Ángel se va,entra en la casa y se dirige al aseo.


Maribel: ¿Como va todo? ¿Va cuadrando la historia? ¡El relato tiene que ser un éxito!


Miguel: Tranquila todo va mejor de lo que esperaba, ni en mi mente había ocurrido tan perfecto como hasta ahora.

Acotación escénica: Ángel regresa y se pone a cortar el pan, mientras, Maribel y Miguel, van entrando al aseo a lavar también sus manos.
Al terminar, los tres juntos en el porche de la casa.

Ángel: Bueno, ¿Qué vamos a comer? Con que nos vas a sorprender Miguel.

Miguel: Mira, pensé que como solo eramos tres y a cual de nosotros más sibarita, para no estar todo el rato en la cocina y desperdiciar el "finde" compré unas buenas anchoas, jamón de Jabugo, queso curado, aceitunas negras aliñadas, salmón ahumado, salchichón y chorizo ibérico ¿Qué os parece tomarlo mientras degustamos el vino del posadero?

Ángel y Maribel: Perfecto, pongamos manos a la obra.

Acotación escénica: Mientras todos partían los embutido, las moscas hicieron su entrada triunfal.

Miguel: Mejor comer dentro o las moscas terminarán comiendo más que nosotros.

Escena 9ª.

Acotación escénica: Todos asienten con la cabeza y pasan los platos al comedor de la casa, ya, con todo colocado  se sientan en el ruinoso sofá y se disponen a comer.

Ángel: Joder se olvidó el vino, Miguel ve tú que eres el más joven.

Miguel: Tú el caso es no moverte, bueno ya voy yo, ¿Los vasos de plástico?

Maribel: Están fuera, se me olvidaron a mi.

Acotación escénica: Miguel, marcha fuera. Una vez en el porche, llena los tres vasos con vino he introduce en dos de ellos, las pastillas que había cogido de casa. Entra en la casa nuevamente, coloca los vasos en la mesa y se sienta.

Ángel: Vaya ajedrecista, haberte traído la botella, ahora te tocará levantarte otra vez.

Miguel: Estaba demasiado caliente, listillo, la deje un rato en el congelador, par que coja buena temperatura.

Maribel: Bien pensado.

Acotación escénica: Todos mirándose y con gran alegría brindan antes de comer. Poco después de brindar, al casi terminar de la copa de vino, Maribel y Ángel caen redondos al suelo.
Miguel sale rápido de la casa, Maribel y Ángel estarán drogados por los barbitúricos solo unas horas, todo debe ser rápido, saca la comida del congelador y entra en la casa.

Escena 10ª.

Acotación escénica: Rodando por el suelo, lleva a Ángel y Maribel al porche, donde después con gran esfuerzo consigue introducirlos en el congelador, todo a pasado en 20 minutos.


Miguel: !Perfecto¡ Ahora drogados, inconscientes y  en el congelador, moriréis en cuestión de minutos, no más de hora u hora y media. ¡Maribel! ¡Ilusa! ¿ Creíste que compartiría la fama contigo? Ahora, ¡Yo! soy el único escritor con talento en esta nuestra Almería, las subvenciones, los fondos culturales, las becas, todo, todo es mio.

La sentencia de Ángel

En breve, un grupo de tres locos amigos, publicaremos como nos asesinamos unos a otros, si lo se, el aburrimiento es muy malo, el caso es escribir e intentar tocar todos los géneros posibles y el negro, es uno de ellos, cada uno de nosotros, a saber, Ángel Simón autor del blog latertuliadetheleme Maribel Cerecuela autora del blog diariovoz y un servidor hará un relato, en el que relatará el asesinato de uno de nosotros, yo escogí a mi amigo Ángel, aquí podéis ver como esta tarde le hemos dado la agradable noticia Maribel y yo.

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