Miguel Álvarez
Albero de la vita II. Oleo sobre lienzo. Soldoni |
Y aquí,
en la quietud de mi salón,
decido que forma dar al árbol de mi vida
que recuerdos debo cortar
que anhelos, pensamientos y deseos deben germinar
aquí,
en la quietud de mi salón
miro sin mirar, al frente,
y veo mi vida pasar,
y pienso,
y sueño,
y el tiempo corre mientras yo, impasible, veo la obra tras el telón.
Buen abono y mucha agua para tu árbol... aunque el sol no dependa de ti.
ResponderEliminarJoder Fran, no me esperaba este comentario de tí, me ha encantado, un comentario muy acorde con el poema.
EliminarNuestra vida es como un árbol: no por más frondoso da mejor y mayor fruto, sino por recibir el abono, el riego y la poda adecuada. Un bello poema muy bien ilustrado.
ResponderEliminarMuchas Gracias Francisco, y un placer verte por esta Alacena.
Eliminarmuy bueno y autobiografico ,aunque como dice fran el sol no dependa de ti ,pero si depende, el ir a buscarlo cuando sale
ResponderEliminarAnónimo no se quien eres, pero en esta ocasión has dado de lleno, el poema es autobiográfico. Gracias por pasarte y comentar.
EliminarEl sol depende de tu luz, porque el árbol no puede crecer sin ti... Precioso poema, Miguel. Excelente visión. Te felicito.
ResponderEliminarJulie siempre es un placer leerte y honor que visites TU ALACENA
EliminarEs maravilloso cuando nos sentamos en completa calma y hacemos un bucito a nuestro interior, es ahí donde se guarda toda nuestra esencia, capaz de modificar un camino, conservar lo bueno y alejar lo malo, aprender de los errores y encaminar nuestros pasos hacía lo que nos aporte mayor bienestar.
ResponderEliminarMe encanta tu árbol, me gusta tu poda, el abono que le ofreces y el calor que tu ser desprende.
Un beso Miguel, aún no reconozco tu blog por eso tardo un poco en venir, pero te conservo en mis favoritos, te cuidas
Ame muchas gracias por pasarte por aquí y tranquila que no te pasas ni tarde ni temprano, te pasas cuando hay que pasarse.
EliminarUn beso.
Siempre viene bien repasar nuestra vida e intentar reconducirla, aunque mejor fuera del salón, en contacto con la vida.
ResponderEliminarSaludos Miguel